lunes, 23 de febrero de 2015

Si un robot puede tocar el violín, ¿a qué nos vamos a dedicar ahora los seres humanos?

Al abrir hoy aquellos blogs que sigo, me he encontrado con una noticia que me ha dado escalofríos. Un robot que puede tocar el violín, tocar, que no interpretar. Aunque vamos a estar muy lejos de que se asiente este tipo de iniciativas, empieza a asomar la cabeza la evidencia de que cualquier cosa puede ser realizada por un robot. Y yo me pregunto... y nosotros, ¿qué vamos a hacer?

¿Puede un robot ser músico? Técnicamente ya hemos visto casos que demuestran que sí. Todavía no tienen la sensibilidad estética para disfrutar de ella o una cierta libertad para tocar o componer pero cada vez son más las máquinas que nos demuestran que son muy capaces a la hora de reproducir temas con diferentes instrumentos.

El último caso nos lo trae Seth R. Goldstein, un ingeniero retirado apasionado de la robótica como ya demostró hace tiempo con un dispositivo capaz de hacer el nudo de la corbata, lástima que solo sea capaz de atar su propia corbata y no la de otra persona. Ahora nos presenta Ro-Bow, un robot capaz de tocar un violín con mucha habilidad.
Tócala otra vez, Ro-Bow

Ro-Bow, como podéis ver en la foto, es un aparatoso sistema que utiliza actuadores electromagnéticos para reproducir archivos de música. No improvisa y sigue a rajatabla los datos que se le transmiten de un ordenador para tocar un violín convencional. Probablemente no sea tan bueno como un profesional pero sí mejor que quienes en su día tuvieron alguna clase con él.



En el vídeo podéis ver algunas muestras de lo que es capaz de hacer: canciones lentas o ritmos más rápidos que demuestran que Ro-Bow es ágil moviendo el arco sobre las cuerdas del violín. Un prototipo interesante que nos demuestra que podemos hacer robots capaces de hacer ciertas tareas tan bien, o incluso mejor, que los seres humanos.

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